La ministra sin cartera impulsará la promoción internacional, la inversión y la profesionalización del sector turístico y gastronómico.
Cinthya Martha Yáñez asumió este domingo la conducción del Ministerio de Turismo y Gastronomía, que por el momento no es una cartera de Estado oficial, con el desafío de promover la imagen del país como destino turístico y gastronómico, y de fortalecer estos sectores como motores de la economía nacional.
De acuerdo con el Decreto Presidencial 5486, Yáñez tendrá 12 atribuciones durante su gestión, entre ellas la de fomentar la cooperación técnica y financiera, pública y privada, nacional e internacional, para fortalecer la innovación, la competitividad y la sostenibilidad del turismo y la gastronomía en Bolivia.
La nueva autoridad deberá además impulsar la inversión pública, privada y extranjera en infraestructura turística, servicios hoteleros y emprendimientos gastronómicos, en coordinación con los ministerios de Planificación del Desarrollo, Economía y Finanzas Públicas, y Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Turismo
Otro de sus retos será diseñar planes estratégicos para el desarrollo sostenible del turismo y la gastronomía, orientados a valorar la identidad cultural, la inclusión productiva y el fortalecimiento de la marca país.
Asimismo, Yáñez fomentará el turismo comunitario, rural e indígena originario campesino, integrando saberes ancestrales, prácticas sostenibles y circuitos gastronómicos locales, con enfoque de equidad y sostenibilidad.
Con el fin de profesionalizar aún más el sector, la nueva cartera también promoverá la formación técnica y académica en turismo, hotelería y gastronomía, mediante programas de capacitación, certificación e investigación en coordinación con el Ministerio de Educación y las universidades públicas y privadas.
La profesional de 54 años ya ocupó el cargo de viceministra de Turismo en 2003, bajo el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Además, Yáñez representará al Estado ante organismos internacionales y foros especializados, suscribirá convenios de cooperación y ejercerá funciones de regulación y control en los rubros bajo su competencia, consolidando así una gestión orientada al desarrollo sostenible y a la proyección global del turismo y la gastronomía bolivianos.
El Ministerio de Turismo era una de las principales demandas del sector privado, pues se considera que esa actividad económica podría generar $us 3.000 millones anuales si se toman las medidas adecuadas. Asimismo, presenta una ventaja ambiental con otros sectores, ya que pertenece a la denominada “industria sin chimeneas”.
FUENTE: LA RAZÓN
