Liderados por los representantes de la Federación de Panificadores de La Paz y El Alto, el sector presentó el borrador del proyecto de ley acompañado de una mesa de Todos Santos. El principal interés de las federaciones de panaderos, a través de esta gestión, es fomentar y proteger el valor cultural de esta tradición centenaria.
Los presidentes de la Federación de Panificadores de La Paz, María Isabel Limachi y de la Federación de Panificadores de El Alto, Fidel Paco Chuquimia, apoyados por la CONAPABOL, este martes 3 de agosto hicieron entrega oficial del proyecto borrador para nombrar a la t´antawawa Patrimonio Cultural e Intangible a la diputada Samantha Nogales de Comunidad Ciudadana (CC), quien además es gestora cultural desde hace más de 15 años.
El acto contó con una mesa armada con masas conmemorativas de las festividades de Todos Santos, día en que el pan de t´antawawa es el principal atractivo. La diputada Nogales, al momento de recibir el proyecto, asumió el compromiso de realizar las gestiones necesarias para lograr el avance de este proyecto de ley que reconoce el aporte histórico y cultural que durante siglos ha brindado la tradicional t´antawawa a las culturas de occidente y que hoy está presente cada 1 de noviembre en diferentes hogares en los nueve departamentos del país.
“El principal interés de las federaciones de panaderos a través de esta gestión es fomentar y proteger esta tradición centenaria de mucho valor cultural, evitando de que, con los años, la misma quede en el olvido o sea reemplazada por tradiciones foráneas”, sostuvieron los representantes de las federaciones de panaderos de La Paz y El Alto, principales promotores de esta iniciativa.
El 1 de noviembre es una fecha emblemática para las familias bolivianas, quienes preparan mesas especiales conmemorativas para recibir a sus difuntos, poniendo en altares sus platos favoritos, vestimentas y otros recuerdos. Las t´antawawas suelen ser las protagonistas de la mesa al ser panes dulces de masa trenzada, decoradas con rostros de yeso pintado de colores que simbolizan la vida del difunto.
Se trata de un pan dulce, habitualmente hecho de harina de trigo y manteca. Tiene forma de niño o bebé y es decorada con grageas de colores y pastillas de azúcar glaseadas, dándole además un elemento decorativo y distintivo con una carita de yeso. Este es considerado el homenaje que distingue la fecha y la ofrenda más tradicional de la fiesta de Todos los Santos y de Difuntos. Las t´antawawas se exhiben en las mesas decoradas para la recepción de las almas que descienden a la tierra de manera momentánea a visitar a sus seres queridos.
T´antawawa viene de la palabra aymara de dos voces, “t´anta” que significa pan y “wawa” que significa niño o muñeco, entonces la traducción vendría a ser niño de pan.
Significado de las masas en Todos Santos
Dentro de la tradición del armado de las mesas en “Todos Santos” podemos ver diferentes formas de masas de pan con rostros de yeso pintado. La más importante es la t´antawawa que tiene el rostro de yeso que representa al difunto que visitará la casa y consumirá de la mesa sus comidas favoritas. La t´antallama, figura de una llamita montada por un difunto, es la que lleva de vuelta al cielo a los visitantes. El t´antacaballo, figurita ecuestre con rostro de yeso de un equino, se encarga de llevar las ofrendas al difunto.
Otras figuras que son parte de las mesas son las cruces que representan la fe y la protección para el familiar que ya partió. La t´antapaloma simboliza el espíritu santo. La escalera representa el medio por el que los ajayus descienden a la tierra en Todos Santos. Finalmente, está el bizcochuelo que recuerda la ceremonia de despedida que se realizó a la persona en su deceso.