El Gobierno aprobó la Ley Marco de Gestión Integral de Residuos, la primera norma con la que cuenta el país para promover el reciclaje y el manejo sostenible de la basura. La ley fue promulgada en el Palacio de Gobierno por el presidente Evo Morales, quien advirtió de que se impondrán multas a quienes «incumplen con el reciclado y cuidado del medio ambiente».
«Tiene que aportar cada uno para cuidar el medio ambiente, esa es nuestra obligación», sostuvo el mandatario, quien criticó que los ciudadanos hayan caído en los patrones del «consumismo» y empleen a diario artículos contaminantes que antes no se usaban, como las bolsas de plástico. En Bolivia, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, se generan cada día unas 5.170 toneladas de basura, y anualmente, casi dos millones de toneladas.
De esos residuos, aproximadamente el 70 % es procesable o reciclable, según indicó en el acto de promulgación de la Ley la ministra de Medio Ambiente, Alexandra Moreira. También explicó que el 90 % de la basura que produce el país va a parar a vertederos o «botaderos» al raso, el 37 % de los cuales se encuentra cerca de ríos y otras fuentes de agua, con el riesgo que ello conlleva para la salud pública.
Bolivia no contaba hasta ahora con una ley específica que abordara la gestión y tratamiento de las basuras, y tampoco existían en Bolivia políticas específicas de reciclaje ni un sistema generalizado que permita la clasificación y separación de los residuos en los hogares. La normativa tiene como objetivos reducir la generación de residuos, promover su aprovechamiento y garantizar una disposición final sanitaria y ambientalmente segura, «en el marco de los derechos de la Madre Tierra».
Según datos oficiales, la Ley que necesitará de un decreto reglamentario para su aplicación, consta de cinco capítulos que incluyen cuestiones como «la prevención sobre la generación de residuos y el fomento al cambio de patrones de producción y consumo mediante la planificación y coordinación» entre instituciones y sectores. La Ley aborda asimismo «el aprovechamiento de residuos y el desarrollo de mercados para la comercialización y consumo de productos reciclables», y establece el cierre de «botaderos», entre otras acciones.
Fuente: Foto y texto Página Siete